Mollete de Trigo y Centeno Integral
Denominación Legal: Mollete de Trigo 80% y Centeno Integral 20%
Los molletes son un pan pequeño, redondo, esponjoso y con una corteza fina y blanda. Ideal para bocadillos, tostadas y un pan genial para los más pequeños de la casa. Pack de 5 unidades.
Ingredientes: Harina de trigo* (gluten) 80%, harina integral de centeno* (gluten) 20%, agua , masa madre ( harina de trigo*, harina centeno* y agua), levadura, sal, malta de centeno* y mejorante eco (harina de trigo* , E300, enzima).
Puede contener trazos de sésamo y leche y sus derivados.
*Ingredientes de producción ecológica.
Se presenta envasado y precintado.
El proceso es artesanal por lo que el peso indicado es orientativo y puede variar.
Conservar en lugar fresco y seco. En verano refrigerar.
Consejos Clave para el Consumo y la Conservación de tu Pan
A menudo, el pan viene marcado con una fecha de consumo preferente corta (3 o 4 días), pero con las técnicas de conservación adecuadas, puedes disfrutar de su frescura por mucho más tiempo.
1. La Refrigeración y el Tostado Diario
- ¿Por qué el frío? Si bien la nevera no es el mejor lugar para la textura del pan a largo plazo (puede resecar la miga), para el consumo semanal, puede alargar su vida útil y prevenir la aparición de moho, permitiendo que tu pan dure una semana o más en perfectas condiciones de seguridad.
- El Toque Mágico del Tostador: La clave está en compensar el posible cambio de textura que provoca el frío. Al sacar una rebanada del refrigerador y darle un toque en el tostador, no solo la calientas, sino que recuperas la corteza crujiente y la miga se ablanda ligeramente, obteniendo un resultado muy satisfactorio, casi como recién hecho.
2. La Congelación: El Mejor Aliado a Largo Plazo
Si prevés que no consumirás todo el pan en pocos días, la mejor opción para mantener todas sus propiedades es congelarlo en fresco y por porciones.
- Conservación de Textura y Aroma: Congelar el pan cuando aún está fresco (el mismo día de la compra) y después descongelarlo y tostarlo ligeramente, permite que conserve toda su textura original (corteza crujiente y miga tierna) y que, al calentarse, mejore su olor, liberando esos aromas que tanto nos gustan del pan recién horneado.
- Beneficio Científico (Degradación de Almidones): Existen estudios que respaldan que la congelación y el posterior calentamiento (tostado) del pan provocan un proceso llamado retrogradación del almidón. Esto convierte una parte del almidón en almidón resistente*.
*¿Qué significa esto? El almidón resistente es un tipo de fibra que el organismo no absorbe completamente, lo que puede ayudar a que el pan tenga un índice glucémico más suave y actúe como prebiótico, alimentando a las bacterias beneficiosas de tu microbiota intestinal.
Recomendaciones para Congelar Correctamente:
1.- Envasado: Corta el pan en rebanadas o porciones individuales (según tu consumo diario).
2.- Protección: Envuelve bien cada porción en film transparente, papel de aluminio o una bolsa específica para congelación. Esto evita que el pan se queme por el frío y absorba olores.
3.- Descongelación Rápida: Saca la porción que vayas a consumir y pásala directamente al tostador o al horno a baja temperatura. No es necesario descongelar a temperatura ambiente.