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Bizcocho ecológico de Espelta con Frutos Secos
Bizcocho ecológico de Espelta con Frutos Secos
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Bizcocho ecológico de Espelta con Frutos Secos
Bizcocho ecológico de Espelta con Frutos Secos

Bizcocho de Espelta con Frutos Secos

6,90 €
Impuestos incluidos
BIFRU

Delicioso bizcocho con base de Espelta y cúrcuma. Sin lactosa. Con frutos secos ecológicos.

Pago seguro con:
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Ingredientes: Harina de Espelta (gluten)*, Harina Integral de Espelta*, azúcar golden*, aceite de girasol*,  bebida de avena*, huevo*, frutos secos 10% (nueces* 5% y almendras* 5%) impulsor repostería, aroma natural limón, cúrcuma*, sal*.

Puede contener trazos de sésamo.

*Ingredientes son de producción ecológica.

Se presenta envasado y precintado.

El proceso es artesanal por lo que el peso indicado es orientativo y puede variar.

Conservar en lugar fresco y seco. Se recomienda refrigerar.

BIFRU

Ficha técnica

Peso por unidad
350 gr

Referencias específicas

Consejos Clave para el Consumo y la Conservación de tu Pan

A menudo, el pan viene marcado con una fecha de consumo preferente corta (3 o 4 días), pero con las técnicas de conservación adecuadas, puedes disfrutar de su frescura por mucho más tiempo.

1. La Refrigeración y el Tostado Diario

- ¿Por qué el frío? Si bien la nevera no es el mejor lugar para la textura del pan a largo plazo (puede resecar la miga), para el consumo semanal, puede alargar su vida útil y prevenir la aparición de moho, permitiendo que tu pan dure una semana o más en perfectas condiciones de seguridad.

- El Toque Mágico del Tostador: La clave está en compensar el posible cambio de textura que provoca el frío. Al sacar una rebanada del refrigerador y darle un toque en el tostador, no solo la calientas, sino que recuperas la corteza crujiente y la miga se ablanda ligeramente, obteniendo un resultado muy satisfactorio, casi como recién hecho.

2. La Congelación: El Mejor Aliado a Largo Plazo

Si prevés que no consumirás todo el pan en pocos días, la mejor opción para mantener todas sus propiedades es congelarlo en fresco y por porciones.

- Conservación de Textura y Aroma: Congelar el pan cuando aún está fresco (el mismo día de la compra) y después descongelarlo y tostarlo ligeramente, permite que conserve toda su textura original (corteza crujiente y miga tierna) y que, al calentarse, mejore su olor, liberando esos aromas que tanto nos gustan del pan recién horneado.

- Beneficio Científico (Degradación de Almidones): Existen estudios que respaldan que la congelación y el posterior calentamiento (tostado) del pan provocan un proceso llamado retrogradación del almidón. Esto convierte una parte del almidón en almidón resistente*.

*¿Qué significa esto? El almidón resistente es un tipo de fibra que el organismo no absorbe completamente, lo que puede ayudar a que el pan tenga un índice glucémico más suave y actúe como prebiótico, alimentando a las bacterias beneficiosas de tu microbiota intestinal.

Recomendaciones para Congelar Correctamente:

1.- Envasado: Corta el pan en rebanadas o porciones individuales (según tu consumo diario).

2.- Protección: Envuelve bien cada porción en film transparente, papel de aluminio o una bolsa específica para congelación. Esto evita que el pan se queme por el frío y absorba olores.

3.- Descongelación Rápida: Saca la porción que vayas a consumir y pásala directamente al tostador o al horno a baja temperatura. No es necesario descongelar a temperatura ambiente.

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