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Espelta Integral 100%
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5,10 €
Impuestos incluidos
ESPINT_01_02

9,90 €/kg

Denominación Legal: Pan 100% integral de espelta

La espelta es una de las variedades de trigo mas antiguas de la historia de la humanidad, tiene un gluten débil y unas características nutricionales que lo colocan en la lista de »panes indispensables» nos aporta un sabor y un aroma que recuerda mucho al »pan de antes» donde el escaldado le aporta mas sabor, gelatinosidad en la miga y mas durabilidad. Es perfecto para cualquier comida.

Tipo: MOLDE
Finalización: CORTADO

Pago seguro con:
  • Visa
  • PayPal
  • MasterCard

Ingredientes: harina de espelta* (gluten) integral 100%, masa madre (harina de espelta* integra y agua), agua, levadura, sal* y mejorante eco (harina de trigo*, E300, enzima).

Puede contener trazos de sésamo.

*Ingredientes de producción ecológica.

Se presenta envasado y precintado.

El proceso es artesanal por lo que el peso indicado es orientativo y puede variar.

Conservar en lugar fresco y seco. En verano refrigerar.

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Ficha técnica

Peso por unidad
700 gr
Peso por unidad
1000 gr

Referencias específicas

Consejos Clave para el Consumo y la Conservación de tu Pan

A menudo, el pan viene marcado con una fecha de consumo preferente corta (3 o 4 días), pero con las técnicas de conservación adecuadas, puedes disfrutar de su frescura por mucho más tiempo.

1. La Refrigeración y el Tostado Diario

- ¿Por qué el frío? Si bien la nevera no es el mejor lugar para la textura del pan a largo plazo (puede resecar la miga), para el consumo semanal, puede alargar su vida útil y prevenir la aparición de moho, permitiendo que tu pan dure una semana o más en perfectas condiciones de seguridad.

- El Toque Mágico del Tostador: La clave está en compensar el posible cambio de textura que provoca el frío. Al sacar una rebanada del refrigerador y darle un toque en el tostador, no solo la calientas, sino que recuperas la corteza crujiente y la miga se ablanda ligeramente, obteniendo un resultado muy satisfactorio, casi como recién hecho.

2. La Congelación: El Mejor Aliado a Largo Plazo

Si prevés que no consumirás todo el pan en pocos días, la mejor opción para mantener todas sus propiedades es congelarlo en fresco y por porciones.

- Conservación de Textura y Aroma: Congelar el pan cuando aún está fresco (el mismo día de la compra) y después descongelarlo y tostarlo ligeramente, permite que conserve toda su textura original (corteza crujiente y miga tierna) y que, al calentarse, mejore su olor, liberando esos aromas que tanto nos gustan del pan recién horneado.

- Beneficio Científico (Degradación de Almidones): Existen estudios que respaldan que la congelación y el posterior calentamiento (tostado) del pan provocan un proceso llamado retrogradación del almidón. Esto convierte una parte del almidón en almidón resistente*.

*¿Qué significa esto? El almidón resistente es un tipo de fibra que el organismo no absorbe completamente, lo que puede ayudar a que el pan tenga un índice glucémico más suave y actúe como prebiótico, alimentando a las bacterias beneficiosas de tu microbiota intestinal.

Recomendaciones para Congelar Correctamente:

1.- Envasado: Corta el pan en rebanadas o porciones individuales (según tu consumo diario).

2.- Protección: Envuelve bien cada porción en film transparente, papel de aluminio o una bolsa específica para congelación. Esto evita que el pan se queme por el frío y absorba olores.

3.- Descongelación Rápida: Saca la porción que vayas a consumir y pásala directamente al tostador o al horno a baja temperatura. No es necesario descongelar a temperatura ambiente.

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